lunes, 23 de junio de 2008

El fútbol se alimenta de lo friki

Como ya se habrán dado cuenta muchos por mis comentarios, a mí el fútbol no es que me vuelva loco, vamos que me deja indiferente, y si se trata de verlo como fenómeno de masas (de esas que aprovechan cualquier evento para hacer el cafre, lanzar botellas a los campos, pelearse y lanzarse al vandalismo urbano) entonces se me atraganta bastante. Eso no impide que sepa reconocer cuando un evento es de magnitud y tiene su aquel. Ayer, como tantos otros españoles vi el partido, por aquello de la curiosidad a cerca de si pasábamos de cuartos, por aquello de juntarme con mis amigos, etc etc. Mi enhorabuena a esa afición sana y respetable que tanto sufre siempre, por cierto. No voy a entrar en comentarios ni análisis del partido porque ni me seduce hacerlo , ni, para que les voy a engañar, entiendo del tema.

Ahora bien, lo que si quiero resaltar es ese componente del que se van alimentando poco a poco los eventos deportivos. Esas aportaciones Friki-pajeables propias más de videojuegos y películas que de disputas en campos y canchas, y es que está claro que por mucho que nos tachen a los demás de frikazos por emocionarnos con el final de Snake Eater, por ansiar tal o cual figurita de coleccionista, o porque se nos pusieran los pelos como escarpias cuando los Ents cabalgaron en su última marcha bajo el compás de Howard Shore, en el fondo, los aficionados al deporte también necesitan de nuestro singular estilo para darle emoción a sus eventos.

Si no atentos.

Éste tiene ya algún tiempo, pero seguro que todos los recordareis.


Éste es sencillito, pero no me digáis que no tiene su aquel. Digamos que: "Está Wuapo"

Pero lo de éste año se lleva la palma.

Reconozcámoslo, son todos cojonudos, pero son o no son de la escuela fliper.

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