Aquí estamos un día más con una nueva película para archivar en nuestra videoteca. Cada vez quedan menos, aunque no por eso quedan pocas. Vayamos pues a anal-isis rápido, sin mucha retórica, para una película que no suele dejar indiferente, o te encanta o te parece una mierda (ojo que hay spoilers, luego no os quejéis que esta vez he avisado)
Mucha gente ha manifestado duras críticas contra ésta cinta. No voy a entrar en debate pues respeto la opinión de todos. Ahora sí, hay ciertos enfoques contra esta película por los que no paso y que me gustaría aclarar antes de entrar en detalles. Cuando oigo decir a determinados zopencos "es que la película es una fantasmada porque el superhéroe es ciego", "buah, ciego, ya no saben que inventar" y cosas del estilo... mirad... tras 50 años de historia, no me vengáis a juzgar las características de uno de los héroes más originales de Marvel. Si no lo conocíais y por lo tanto no tenéis ni guarra de superhéroes de cómic, pues ése es otro problema. Paso por que no os guste Ben Affleck, o el guión, o yo que sé, incluso que no os guste la peli y punto... pero no me vengáis con que es ciego.
Dejando las minusvalías a un lado, he de decir que ésta es una de las películas de superhéroes de los últimos 8 años que más me han gustado. Nos presenta una adaptación bastante fiel llena de referencias a personajes y situaciones de los cómics. El diseño de los trajes es realmente bueno, manteniendo el clásico uniforme rojo, sin necesitar una chillona licra y sin que parezca un Power Ranger.
Quizás Ben Affleck no hubiese sido mi primera opción, pero aun así no lo hace mal del todo, mucho mejor que otros pardillos que yo conozco intentando hacer de fotógrafos. De Elektra, inmejorable, no voy a hablar mucho porque ya me explayé con su propia película. La química entre ambos es muy buena y el dramatismo es realmente interesante, no se puede evitar sentir rabia e impotencia ante la muerte de Elektra a manos del sádico Bullseye.
Bullseye... ese es otro tema... tengo a Colin Farrell tan atragantado que quizás por eso me resulta tan bueno el personaje, aunque lo deteste casi como para pegarle a la propia pantalla, se hace tan odioso que consigue convertirse en un villano perfecto de esos que tienes ganas durante toda la película de estamparlos contra un muro.
La gran cagada de la película fue escoger a Michael Clarke Duncan para dar vida a un Kingpin...negro. Si bien el actor impone con su presencia y su interpretación es realmente correcta, no termina de ser fiel al verdadero personaje, Kingpin está gordo, superobeso, no cuadrado, no se puede confundir gordo con grande, pero bueno, podría pasarse por alto al igual que se pasó por alto que en la línea de cómic Ultimate se viera un Nick Furia negro y calvo.
Personajes aparte, la película mantiene un buen ritmo con una buena adaptación, aunque no perfecta. No es un aluvión de efectos especiales, es una historia trágica pero bien contada. Con sus escenas de acción y un par de escenas dramáticas bastante buenas como son la del entierro (música incluida) y, como he dicho antes, la de la muerte de Elektra.
Quizá le falta algo más de profundidad, valorar algo más detalladamente hasta que punto se puede tomar uno la justicia por su mano como hace este personaje cuando los criminales quedan absueltos.
Una obra notable dentro del género: 7/10
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