Francamente, ¿qué esperábais? Esto es lo que pasa cuando se hace una película deprisa y corriendo para aprovechar el tirón de los superhéroes en la gran pantalla. Como película de acción es bastante pasable, una historia decente que bien podría ser argumento de cualquier película de Seagal, Van Dame o Jet Lee, la cosa es que si se está adaptando un personaje de tinta y papel se pide un poco más de seriedad, por favor.
La historia de Frank Castle es de sobra conocida por los habituales del universo Marvel. Un ex-marine cuya familia (mujer e hijo) murió víctima de un fuego cruzado en Central Park, desde entonces Frank dedica su vida a combatir al crimen, actuando directamente como juez, jurado y verdugo, ya que bajo su punto de vista el sistema judicial es insuficiente e ineficaz (dados los tiempo que corren prefiero no preguntar si algo de razón llevará)
Así de simple era la cosa, pero al director se ve que le pareció poco y decidió complicarlo todo un poco más montando toda una carnicería y acabando no sólo con la mujer y el hijo de Castle sino también con su padre, tíos, sobrinos, animales de compañía... Todo para luego poder urdir una complicada historia de venganza contra el artífice de la masacre, en este caso un señor mafioso interpretado por John Travolta. No dudo de las dotes interpretativas de quien dio vida al bailarín Danny Suco, pero la verdad es que en esta cinta pasa sin pena ni gloria con un personaje bastante flojillo.
El problema viene cuando al adaptar se edulcoran las cosas. En el comic vemos a un Castigador salvaje, frío y claramente perturbado mentalmente. Por muy superhéroe y protagonista que se sea, el cruzar según qué límites ético-morales bajo aquello de que "el fin justifica los medios" siempre se puede mirar con malos ojos, he ahí la gracia de este personaje y de sus historias, ¿hasta que punto se puede cruzar la linea para detener a un criminal sin convertirnos en uno?
Pero cuando haces una película en la que a través de una comprensible idea de venganza, unos cuantos personajes secundarios (bonachones y tía buena incluida), y un protagonista algo más humano y cuerdo de lo que debería, se justifica cualquier atrocidad cometida contra "los malos", la cinta no queda sino en una mera producción de acción, perdiendo toda la esencia del personaje. Y es que no es lo mismo matar a sangre fría y descargar tu ira sobre criminales que, personalmente, no te han hecho nada, que vengarte y matar a quienes son directamente responsables de asesinar a tu familia. Ésto último parecería comprensible (¿perdonable? No lo creo), al menos es lo que la película termina transmitiendo (sea esa su intención o no) Hay un después tras matar a los malos y que se cierre el telón, pero eso nunca lo vemos.
Ahora bien, como película en si, entretiene tanto como cualquier otra de acción del montón que no esté abalada por una gran publicidad. Es rápida, dinámica y al menos no aburre. Como adaptación pierde bastante. 5/10, por aquello de que se deja ver.
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