miércoles, 29 de enero de 2014

La ladrona de libros.... (cuando los alemanes escribían en inglés y hablaban en español)


Empezaré por la verdad... no he leido el libro, queridos excursionistas. Por lo que me centraré en la crítica a la película sin tener las bases para comparar ambas obras. Lo cual en el fondo creo que me dio mayor objetividad a la hora del visionado.

Simplificaré.... lenta, muy lenta, lentísima. Al principio engancha. Los personajes son interesantes, carísmaticos, no especialmente originales, pero encajan bien en el engranaje y te pasean por la narración avivando tu interés, pero cuando llevas una hora ves que no vas hacia ninguna parte. Que no parece que exista otra vida más allá de esas calles y que allí es donde vás a quedarte durante el resto de la historia.

Según un diccionario, tanto el de la RAE, como el Español-Klingon, un ladrón es aquél que roba cosas, no aquél al que se las presta o que se las encuentra por la calle. No dudo que en la novela original esto debe de tener mucho más sentido del plasmado en el celuloide, pero aquí el hurto brila por su ausencia.

Reconozco que iba desinformado a esta película, pensaba que me encontraría ante una protagonista que azuzada por su pasión por la lectura, cometería todo tipo de temeridades por salvar las grandes obras de la quema Nazi, pero chasco monumental que me llevé.

Los libros y el aprendizaje de la lectura solo son un vehículo para contarnos una vez más y sin ningún tipo de originalidad especial, que los Nazis odiaban a los judios, que no todos eran tan malos, que en Alemania también lo pasaron mal. Poco más, no hay más en la película.

Bueno sí, ideas inverosímiles y disparatadas como que un judío se la juegue estropeándo un ejemplar del Mein Kampf y se lo de a una niña que no tenga mejor ocurrencia que pasearlo por la calle en su mochila.

Por otro lado resulta absurdo el galimatías idiomático que presenta sin desearlo, y más aun en su versión doblada. Los alemanes hablan en un Alemañol (que digo será variante del Spanglish) completamente inecesario pronunciando coletillas en alemán continuamente para luego escribir en perfecto inglés, algo bastante innecesario. Tan solo escribiendo en alemán habría bastado. Esto no se sostienen ni en la versión original.

Y sinceramente, no me apetece el esfuerzo de profundizar más en el análisis de esta película al igual que a su director no le ha apetecido el de adaptarla con mayor interés.

De lo mejor, Geoffrey Rush, carismático y embaucador como siempre y una protagonista novel de cara angelical y ojos vivarachos que consige una gran ejecucción dentro de lo que le permite el guión.

Y mención especial a la voz en off de la muerte, tremendamente interesante pero desaprovechada pues en lugar de realizar un completo relato omnisciente de toda la cinta se limita a momentos puntuales a capricho.

Total un 5/10, aprobado raspón gracias a un final que al menos te despierta algún sentimiento y a la línea general de la historia, que debe de haber sido trazada por la novela, o eso imagino.



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