¡Ahora sí! Tras el agridulce sabor que nos había dejado la primera incursión del gigante esmeralda en la gran pantalla, Luis Leterrier enmienda los errores de Ang Lee y nos trae una aventura de superhéroes correctísima y con gran dinamismo.Efectivamente, como anunció el Dr. Muerte, y por lo que vemos en la pantalla, esta entrega no pretende seguir los acontecimientos de la primera película, pero deja ciertos detalles para que el propio espectador decida encajar ambas películas como una saga u olvidar la decepcionante primera parte.
La adaptación al cómic es bastante buena, Hulk no es un personaje especialmente difícil de adaptar por lo que resulta bastante similar al cómic. Siguen manipulando en su beneficio el verdadero origen del coloso, pero aun así resulta bastante tolerable. Por lo demás, las historias del resto de personajes y enemigos como Abominación o el Líder (aunque poco explotado) son bastante fieles.
El ritmo de la película resulta mucho más adecuado que el visto en la primera entrega. Aquí nos olvidamos de ese agonizante tratado sobre la agresividad y los pecados de los padres que se mostraron en "Hulk". En "El increible Hulk" Bruce Banner proseguirá la búsqueda de una cura para eliminar a su verdoso alter ego, pero sin olvidar la acción, el dramatismo y las persecuciones. Tras unos quince minutos podremos disfrutar de la primera aparición de Hulk en la pantalla, en una secuencia intensa, sin tener que esperar tanto como en la primera parte.
Por cierto, la elección de Eduard Norton para dar vida a la mente más brillante del universo Marvel no podía haber resultado más perfecta. No sólo por la similitud del actor con el dibujo clásico del personaje, la interpretación de Banner va más allá de poner cara de estreñido en el momento de la transformación, Norton consigue transmitir la angustia de llevar semejante poder destructivo en su interior. En cuanto al resto de personajes, no hay mucho que destacar. Muy decentes todos ellos, incluida Liv Tyler como Betty Ross, a pesar de las dudas de algunos.
El nuevo diseño de Hulk no tiene comparación. En la primera película Hulk se antojaba el gigante verde de los guisantes con un toque a lo Shrek. Ahora vemos a un grandioso Hulk, con unas expresiones faciales muy mejoradas, con mucha más mala leche que el anterior y mucho más sombrío e imponente. Pero lo mejor es que por fin tiene un enemigo a su altura: La Abominación. Un combate final que hará historia, intenso, impresionante y... digámoslo por fin... increíblemente pajeable. Muy por encima del lamentable hombre absorbente, un villano de segunda que a saber por qué decidió utilizarlo Ang Lee.
Vale, la película no es perfecta, su argumento no es nada fuera del otro mundo: la simple persecución del siempre acosado Hulk con su enfrentamiento ante un fortuito malo final, pero aun así la película entretiene de sobrada manera y ofrece unos momentos flipers y totalmente palomiteros.
Si a la primera película le di un aprobado alto casi 7 por la escena de los tanques. Ésta la supera, colocándose a la par que Iron-Man, en la escala Lord Tiamat de la videoteca de superhéroes se lleva un 7'5/10.
Totalmente imprescindible la secuencia del final de los créditos de Iron-Man antes de ver esta película. Muchos comenzamos a frotarnos las manos con lo que parece que se avecina.
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