martes, 4 de marzo de 2014

"The Big Bang Theory" 7x16: The Table Polarization



Voy a tener que cambiar el título el blog por "El gruñón que viaja de Grayskull a Mordor y se caga en Tatooine" porque reconozco que llevo una rachita de entradas que ni Risto Mejide en sus tiempos de jurado de OT.

Pero es que... por favor, juzgad vosotros excursionistas, quizás me he vuelto muy exigente, o soy un gilipollas, que yo otra cosa no pero autocrítico, no vean.

En serio... otro capítulo que no hay por donde coger, empiezo a pensar si los guionistas de la 9 temporada de "Cómo Conocí a Vuestra Madre" están compartiendo café con los guionistas de "The  Big Bang Theory"... o directamente les están haciendo los guiones.

Vaya rachita...

Ya sabemos que Sheldon es un crío vestido de adulto, y ya sabemos que su genialidad choca con su personalidad caprichosa y pueril, pero es que eso no da más de sí. Ha dejado de ser original por sí solo. Se repiten las mismas situaciones de otros capítulos anque en contextos distintos o frente a objetos distintos. 
Me niego a pensar que los creadores de capítulos tan creativos como el de la máquina del tiempo, el tren de la terminatrix, la fiesta de disfraces en casa de Penny, o las diferentes paridas en la tienda de comics, no se den cuenta de que el gag del asiento de Sheldon sigue siendo el mismo de siempre aunque lo disfracemos de su negativa a comprar una mesa de comedor.
Todavía hubiera funcionado algo si hubieran explotado un poco la amenaza de ruptura de Sheldon con Amy en lugar de resolverla con la rápida manipulación de Amy.

Estamos hablando de una serie que ha tenido tramas de luchas de robots, aquella convención científica en la que terminaron lanzandose puñaladas en plena mesa de debate, el autógrafo de Leonard Nimoy... y sin irnos tan lejos, la canción de Howard a Bernardette. Momentos geniales. 

Pero llevamos una rachita en la podemos encontrar las tramas de Cosas de Casa eran más originales. 

De acuerdo, el personaje de Sheldon ha sido motor de la serie, pero no lo queméis. Recordad que al fin  al cabo es humano, si lo convertís en un robot deja de ser creíble.

Y lo mismo digo sobre la subtrama de Howard. Si con Sheldon repetimos el gag del sofá, con Howard estamos repitiendo el capítulo del miedo al espacion. No hay nada nuevo, no hay nada que decir....

Pero bueno, he de reconocer una cosa, y con ello quero demostrár que no soy tan destructivo... cuando una serie es tan buen se pone el listón muy alto y provoca que ocurran estas cosas.

NOTA: 6/10


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